En el oráculo del té, el té blanco es un excelente augurio, una carta maravillosa con una energía pura, fresca y renovadora. Esta asociación se debe a que el té blanco, a pesar de no ser tan popular, es un té exquisito, fino y delicado porque durante su cosecha, se extraen las mejores partes de la planta, es decir, los brotes y hojas jóvenes de la planta de té, Camellia Sinensis. Además, a diferencia de otras tipologías de té, al té blanco se le aplica un mínimo proceso de secado y marchitado: se dejan por un determinado tiempo, las hojas y brotes recolectados al sol. Todo esto en su conjunto logra un té con una gran cantidad de antioxidantes muy beneficiosos para la salud, de hebras con tintes blancos y plateados, y un té de sabor levemente dulce, floral y muy poco astringente.

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Té en hebras en lata de 40 gramos.

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Hebras y blends de Casa Botánica